La animación, como universo fabricado, necesitareglas que orienten al realizador para orientar sucreatividad. La existencia de tales reglas no constriñela imaginación, sino que la estimulan. A partir de esteprincipio, Gil Alkabetz desarrolla diversos talleresdonde los estudiantes de animación realizan pequeñosproyectos a partir de una serie de restricciones,que paradójicamente fomentan la aparición de resultadoscreativos y originales. La aplicación de este tipode premisas para estimular la expresividad personalde los alumnos tiene un resultado positivo en la industria,donde cada vez más se demandan solucionesoriginales e impactantes.