El dominio creciente de las técnicas de animación 3D a comienzos de la década de 2000 ha provocado un interesante cambio dentro del canon artístico de los largometrajes
comerciales de animación estadounidenses. Aunque la animación 2D hollywoodiense siempre ha coqueteado con el estilo fotorrealista, esta tendencia visual se ha estandarizado en la producción de
animación gracias a las posibilidades del paradigma digital. El artículo considera el estreno de Wall"¢E (Andrew Stanton, 2008), una de las obras visualmente más impactantes en la filmografía
Disney/Pixar, como un momento crucial dentro de este proceso estético, ya que marca la primera colaboración entre el director de fotografía Roger Deakins y un estudio de animación. El artículo
analiza los primeros diez minutos del largometraje para establecer si la labor de asesoría visual de Deakins pueden considerarse un hito que abrió nuevos caminos a la dirección de fotografía digital
de imagen real.